La Federación Insular del Taxi (Fitie) se ha dirigido a los cinco ayuntamientos de Ibiza, así como al Consell, para que anulen el plan de licencias temporales que cada municipio concede en los meses de verano, dadas las malas perspectivas de cara a la temporada turística por la crisis sanitaria. Por su parte, el conseller de Transportes, Javier Torres, advierte de que tanto el Consell como los ayuntamientos no consideran todavía esta decisión porque cabe esperar a que se calme la actual incertidumbre.

El presidente de la Fitie, Antoni Riera, recuerda que las licencias estacionales, que en circunstancias normales prestan servicio a partir del 15 de mayo, «surgieron para cubrir la demanda excesiva durante la temporada», mientras que las perspectivas de cara a este verano son poco favorables para que se repita este escenario. Así, recuerda que, a finales de la semana pasada, el presidente del Consell ya daba por perdidos los primeros meses de la temporada,


Los taxistas no quieren este verano licencias estacionales

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«Todos estamos a la expectativa, pero los grupos hoteleros también avisan de las anulaciones y aplazamientos de las reservas y Ryanair ahora alarga su ERTE hasta final de temporada», constata Riera. Ante esta situación, el representante de los propietarios de licencias tiene claro que no va haber mercado para una flota que, el último verano, se amplió con 437 taxis estacionales. «En caso de que hubiera demanda, se podría replantear el plan y en pocos días se podrían poner a punto los taxis estacionales que hicieran falta, pero ahora mismo es inviable», subraya.

Por su parte, el conseller de Transportes, que el jueves pasado mantuvo una videoconferencia con los representantes de cada ayuntamiento, señala que todos coincidieron en que esta petición de la Fitie «no es la prioridad ahora mismo». «Existe este problema, pero hay varias opciones y deberán tratarse más adelante, cuando la situación esté más calmada», avisa.

«Todos somos conscientes de que la temporada está perdida», admite Torres, pero matiza que primero deben estudiarse los riesgos de indemnizaciones para los afectados o tener en cuenta un eventual aumento de la demanda a medida que avance el verano.